Comunicación audiovisual, Ciber/Hackfeminismo y TRIC para el desarrollo | Marta García Terán
Llevo toda la semana leyendo textos sobre las nuevas formas de financiación, el cómo la web 2.0 también ha provocado un cambio de paradigma a la hora de conseguir los recursos necesarios para levantar un proyecto artístico-cultural.
El paradigmático Cosmonauta partiendo la pana en España provoca la primera reflexión del ejercicio de esta semana, al pensar en afrontar un proyecto considero que financiarlo por etapas en función de su escalabilidad, y mantener esta forma de financiación a lo largo de toda la vida del proyecto es la opción open de entre las que se pueden elegir.
Cómo no me va a convencer esta forma de financiación, si yo misma he contribuido al proyecto (un pequeño grano de arena en una playa cada vez más grande).
Así qua a la pregunta a cerca de qué pasa con proyectos que no son cerrados y con plazos finales como el de esta película, sino que pueden ser escalables, intento darle una respuesta sopesada.
Pienso de nuevo.
Me reafirmo. Con una planificación por ciclos a corto medio plazo, nos ponemos techos más o menos alcanzables, fraccionados, no un todo inabarcable. Más si pensamos en un proyecto escalable que pueda crecer y ramificarse. Sabiendo su no-fin podemos plantearnos los plazos de aquí, hasta que alcancemos esto, despues si de ahí podemos llegar un poquito más lejos, OK. Pasito a pasito se hace el caminito que dice el refrán.
En el fondo es no pensar desde el comienzo que vamos a tener un éxito sin precedentes (algo que creo que no sea tan habitual), sino que vamos a hacer pequeños logros, con una mentalidad de «y después ya veremos si lo hacemos más grande».
Si lo que quiero publicar es un libro (en el habitual caso de todo hijo de vecino que no es el del best seller de «reconocido prestigio»), primero tengo que ver si puedo colocar 1000 ejemplares, por decir una cifra aleatoria, para plantearme después intentar vender más.
Lo veo como una forma de no urbanizar el cielo haciendo castillos en el aire, es decir pensar que por arte de magia vamos a conseguir levantar el proyecto completo de una vez. Prefiero despedazarlo en parcelitas abarcables, saber en cuanto tiempo soy capaz de conseguir un poquito para sacar varias cosas adelante, y así ir subiendo poco a poco los peldaños. Apología contra el cuento de la lechera.
Semana 15: Financiación 2.0
http://cultura-abierta.blogspot.com/2011/06/semana-15-financiacion-20.html
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