Comunicación audiovisual, Ciber/Hackfeminismo y TRIC para el desarrollo | Marta García Terán
Esta semana, en mi columna en Metro Nicaragua (p. 4) hablo de la desigualdad en la Web, de la brecha digital de género, recientemente demostrada con datos claros gracias a una tesis doctoral. Pasen y lean:
La «distinción entre aquellas personas que tienen acceso a Internet y pueden hacer uso de los nuevos servicios ofrecidos por la World Wide Web, y aquellos que están excluidos de estos servicios» según Eurostat es la brecha digital. Sin embargo al hablar de brecha digital debemos pensar también en el diferente acceso a dispositivos móviles, celular, computadoras, programas, conocimiento sobre cómo navegar, tener presencia online…
Este análisis nos posibilita ver si toda la población o una parte de ella se conecta a Internet, usa celulares o tiene un blog, ya que esto esconde otras brechas más profundas. Internet no se libra en cuanto a discriminación hacia las mujeres, la llamada brecha digital de género.
Habitualmente pensamos en que la Web es un espacio neutro al que todas las personas podemos acceder sin discriminación y en igualdad de condiciones. Pero no es así, para empezar porque Internet no es de acceso universal, asequible, irrestricto e igualitario. Es decir:
Hoy hablamos de brecha digital del género, hay diferencias entre cómo las mujeres accedemos a la tecnología y a Internet en comparación con los hombres. Según ONU Mujeres, las mujeres tenemos un 23% menos de probabilidad que los hombres de estar en línea en los países en desarrollo. Obviamente, las condiciones de pobreza también determinan nuestro acceso a la tecnología y a Internet.
Sin embargo, si pensamos que una vez se consigue acceso a Internet ya la brecha se reduce, nos equivocamos. Hace una semanas se presentó en la Universidad del País Vasco una tesis doctoral llamada precisamente “La brecha digital de género” que pretendía ahondar en esta situación, para saber si las mujeres tenemos espacio en la web y se nos toma en cuenta en temas determinantes a nivel social como economía o política.
El investigador Iker Merchán, tras analizar las listas de personas más influyentes en España en Internet durante 10 años, confirma lo que muchas ya intuíamos, que el 92% de las personas consideradas influyentes en Internet por el establishment son hombres; y que las mujeres, aunque acceden por igual a Internet, representan solo el 17% de los blogs influyentes, muchas veces ligados a roles tradicionales como belleza, salud o maternidad.
En la tesis se habla de que las mujeres estamos expuestas a la violencia también en Internet y que a menudo preferimos publicar bajo seudónimo para garantizar nuestra seguridad, algo que los hombres no suelen hacer. Por supuesto hay mujeres hablando de tecnología, política, economía y ciencia, pero a nivel social no son reconocidas como generadoras de opinión, y por lo tanto como influyentes.
Queremos Internet y acceso a TIC, sí, por supuesto. Pero también queremos que se garantice una participación equitativa de mujeres y hombres, en las que opiniones de los hombres sean tan reconocidas como las de las mujeres.
Para acabar con la brecha digital del género hacen falta cambios muy profundos no solo en Internet, sino en nuestra vida diaria. De tarea les dejo que piensen a cuantas mujeres nicaragüenses seguimos en redes y qué temas están tratando, porque los grandes cambios siempre comienzan desde una misma.
Si quieren descargar la tesis, pueden desde este link: https://dl.dropboxusercontent.com/u/284774/The-gender-digital-divide-La-brecha-digital-de-g%C3%A9nero-def.pdf
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