Comunicación audiovisual, Ciber/Hackfeminismo y TRIC para el desarrollo | Marta García Terán
Hace unas semanas leía un interesante artículo en la web de La Voz de Galicia llamado ‘La desgracia no es un espectáculo‘ sobre la responsabilidad y ética de comunicar desde el tercer sector, tanto desde el punto de vista de las organizaciones como del de las personas que nos dedicamos al cambio social, respuesta humanitaria y cooperación al desarrollo.
Las organizaciones del Tercer Sector de Acción Social integradas en EAPN Galicia – Rede Galega contra a Pobreza en el estado español, han desarrollado un más que apropiado decálogo para conseguir alejarnos del sensacionalismo, la revictimización y esa onda mesiánica/salvadora con la que a veces actuamos quienes nos dedicamos a estos asuntos.
A menudo nos centramos en formar a colegas periodistas sobre el enfoque de derechos humanos y género, talleres, charlas, etc. Como el excelente curso online gratuito promovido en los últimos meses sobre «Periodismo contra las violencias machistas«. Sin embargo, no nos revisamos a nosotras mismas, tanto quienes hacemos comunicación por default como el resto de las ñersonas que conforman los equipos de las organizaciones e instituciones, que también comunican en su día a día y a través de redes sociales. Definitivamente es necesario, porque como en la propia intro del decálogo aseveran:
«Tenemos que tener presente en todo momento que la pobreza y exclusión son situaciones en las que se están viendo vulnerados los derechos de las personas, pero que no por ello dejan de tenerlos. En ocasiones bajo el pretexto de “dar visibilidad”, se realiza un espectáculo mediático en el que se daña la dignidad de las personas.»
Por aquí les dejo el decálogo, para que nos aseguramos respetar la dignidad de quienes y por quienes hablamos:
10 compromisos por una comunicación decente. Código conducta completo en pdf.